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¿Es usted una de las personas que cambió de partido entre 2018 y 2022?, o quizás conoce usted a quienes que apoyaron a una agrupación en las elecciones hace cuatro años y ahora cambiaron de bandera política. Si es así no es de extrañar, pues usted o esas personas no están solas, hay muchos más que hicieron lo mismo.  

Según las cifras oficiales del TSE, dada a conocer después de finalizado el conteo manual de los votos en la elección presidencial, en 2022 dos de cada 3 electores (65%) votaron por un partido político distinto al que habían respaldo en 2018. Esta es la cifra más alta desde 1958. Este resultado es producto de grandes cambios en las preferencias electorales de la ciudadanía, entre los que sobresalen la marginación de los dos partidos que se disputaron la segunda ronda electoral en 2018 y el crecimiento vertiginoso de nuevas fuerzas políticas que reemplazan a las anteriores hasta que aparezcan nuevas circunstancias y sus apoyos se debiliten, como le ha ocurrido a otras agrupaciones políticas (ver publicación sobre este tema: https://votemoscr.com/blog/apoyo-electoral-a-los-partidos-politicos-se-mueve-a-modo-montana-rusa/.)  

A este fenómeno se le conoce como volatilidad electoral y para medirlo se utiliza un indicador que calcula los cambios entre las proporciones de votos obtenidos por todos los partidos políticos en dos elecciones sucesivas, en este caso 2018 y 2022. 

El índice de volatilidad mide la cantidad de electores que cambian su voto de un partido a otro en dos elecciones. A mayor valor del índice, mayor es la volatilidad electoral. El índice puede alcanzar valores de 0 a 100%; un valor de 100% significaría que todos los electores cambiaron de partido de una elección a otra (el sistema es muy volátil) y 0% significaría que ningún elector cambió de partido (el sistema no es volátil, básicamente todo queda igual). 

Los cambios en las preferencias partidarias entre 2018y 2022 reportados por el índice, son los más altos de los últimos 65 años, superando a los registrados entre 1962-1966 y entre 1974-1978 que anduvieron por encima del 50%. 

Analizados desde una perspectiva histórica, los incrementos en la volatilidad electoral en el período 1953-2022 produjeron alteraciones importantes en la correlación de fuerzas políticas, particularmente en las elecciones de 1966, 1978, 2006, 2018 y 2022. En estos procesos electorales los cambios en el respaldo generaron desplazamientos y sustituciones de partidos políticos de una elección a otra (PAC y RN recientemente). Inclusive algunas agrupaciones desaparecen por completo de la escena política, tal y como sucedió con Unión Nacional en 1962 y Unificación Nacional en 1978. En las fases históricas de mayores niveles de volatilidad se altera significativamente la correlación de fuerzas en las instancias de representación política, como en el caso de 2022. 

Gráfico: Volatilidad electoral 1958-2022 

Fuente: Alfaro, R. 2022 con datos del TSE.